Según
psicólogos infanto-juvenil con vasta experiencia en temas de familia,
existe una tendencia muy acentuada -a excepción de las mujeres que han
enviudado- a que las madres traten de ‘borrar’ al padre del contexto
familiar. “Hay pocas mujeres que logran separar sus conflictos y rabias
y, en general, traspasan a los niños los sentimientos de frustración
derivados de la relación de pareja. Es frecuente que los niños se
transformen en confidentes de la mamá y reciban todas las críticas que
ella hace del padre”, indica la psicóloga.
Como consecuencia, hay
un alto porcentaje de niños que no tienen padres funcionando no sólo
por la irresponsabilidad del propio padre, sino por los efectos de la
conciencia de la madre. “Las mamás deben tener claro que es muy
importante la presencia del padre en la educación y formación de los
niños, especialmente en los hijos varones”,
Si el padre está
ausente de la vida del niño, es preciso proporcionarle igualmente una
imagen paterna, porque eso le asegura un equilibrio emocional y la
posibilidad concreta de poder, en un futuro, formar una familia. Un
sustituto masculino significativo para el niño puede ser alguno de sus
abuelos, un tío e incluso algún profesor y para establecer una relación
entre ambos, es preciso que exista una clara disposición de ese
sustituto a establecer un vínculo con el niño más allá de su parentesco o
relación inicial.
Asimismo, es vital entregarle respuestas
coherentes y consistentes frente a la pregunta ¿tengo papá? o ¿por qué
mi papá no está conmigo?. Éstas varían dependiendo de la historia de
cada madre, pero siempre, “deben entregarle al niño la certeza de que él
tiene un padre, que puede estar lejos en el caso de las madres solteras
o separadas, pero que en algún momento puede volver; o que está en el
cielo, cuando se trata de madres que han enviudado, pero que estará
siempre presente en su corazón”.
Asimismo,
es vital entregarle respuestas coherentes y consistentes frente a la
pregunta ¿tengo papá? o ¿por qué mi papá no está conmigo?. Éstas varían
dependiendo de la historia de cada madre, pero siempre, , “deben
entregarle al niño la certeza de que él tiene un padre, que puede estar
lejos en el caso de las madres solteras o separadas, pero que en algún
momento puede volver; o que está en el cielo, cuando se trata de madres
que han enviudado, pero que estará siempre presente en su corazón”.