La
alegría verdadera hace nacer una sonrisa que jamás se borra. No es la
alegría fruto de algun incidente o motivada por un chiste. Tampoco es la
alegría que deriva de ver la tragedia de otro y reirse por no estar en
su situación. La alegría verdadera es fruto de un sentimiento profundo
que nace en el corazón, atraviesa el alma y alcanza el cerebro. Es lo
que hace ver lo rosado de la vida y la belleza de la naturaleza.
¡Relájate y sienta esta experiencia en tu corazón!