Un día amanecio,
con mucha tristeza
en mí interior.
Ese era el día a día,
de mí triste corazón.
Pero con firmeza esperé,
y al fin encontré…:
lo que andaba buscando,
lo que iba añorando…
…era tenerte a ti.
Porque antaño,
tristemente latía mí corazón,
ahora contigo late de emoción.
Juntos debemos estar,
para poder reanudar,
esa felicidad,
que se nos prohibio,
porque juntos,
abrimos nuestro corazón.
Aprendí entonces
que un corazón cerrado
nada puede hacer
para sanarse asi mismo
al abrir mis brazos
habro mi corazón
dejando atrás en mi pasado
una prisión que nunca existió
solamente porque cerré mi corazón
fui prisionero de mi mismo
en mi propio mundo
pero ahora tu mundo
y mi mundo juntos
en uno solo
porque para unirse al tuyo
solo bastaba abrir mi corazón
Carlos Mendez