Si no se tiene ganas de luchar,
que no dejen de cesar nuestras fuerzas,
que no cese el corazón nunca de amar,
que no se ensucien los cristales del alma,
que no se entremezclen oscuridad y claridad.
Si no se tiene ganas de luchar,
que se tome el aire profundamente,
que se cierren los ojos y se vea el mar,
que se note el corazón profundamente palpitar,
que se limpie todo aquello que ceguera produce,
que no se pierda el norte y nuestro caminar.
Si no se tiene ganas de luchar,
porque fuerzas nos faltan, ... ¡un impulso más!,
porque nuestro corazón no ama ... dejémosnos llevar,
porque el alma está inquieta... hagamos de ella el hogar,
porque lo vemos oscuro ... dejémonos guiar por la amistad.
Si no se tiene ganas de luchar,
porque la amistad no exista, ..., una mano existirá
porque el impulso no se pueda, ..., ¡no te detengas, ya!,
porque el corazón se pierda, ..., dale brillo y se iluminará,
porque al alma no hallemos, ..., paciencia que todo llegará,
porque la oscuridad ciega, ..., busquemos huellas que pisar.
Si no se tiene ganas de luchar,
si todo cuanto se hace parece que en vano se hace,
si nuestro corazón sólo siente tristeza y no se vence,
si nuestro interior está oscuro y el alma no se halla,
si la oscuridad es espesa y nuestros caminos ciegos,
descansa entonces, amigo, y deja que el corazón te halle.
Si no se tiene ganas de luchar,
no te dejes vencer por el miedo y la soledad,
porque el miedo es el peor enemigo que puedes hallar,
mas la soledad es posible dejarla si el corazón abierto está,
mas el alma y el corazón están unidos y el bien desean sin parar.
a/d