Hay que encender una luz
por pequeña que sea, aunque tengas la noche en los ojos y el alma deshecha.
Uno sabe que siempre la paz sobreviene a la guerra, y que sirve decir la verdad, aunque nadie la crea.
Hay una hoja esperando que escribas en ella, y detràs del telèfono hay alguien que sufre tu ausencia.
No te quedes ahì mezquinando tu grano de arena, porque todos veremos tu luz por pequeña que sea.
La madrugada puede màs que la tormenta, y el calor de la mañana en el borde de tu cama se sienta.
Es la vida y la muerte lo que en este juego apuestas, cuando sales a la calle sin miedo y pateando las piedras.
Hay que entender el amor aunque el odio no ceda, porque el tiempo perdido se paga en la misma moneda.
Y si quieres que juntos lleguemos a ser una hoguera...es preciso que enciendas tu luz, por pequeña que sea.
Desconozco el autor.