Hoy
deseo sugerirte que hagas una experiencia contigo mismo, para beneficio
de tu propia vida y de los que te rodean. Se trata de que te decidas a
pensar y actuar durante sólo una semana:
“Hoy
seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me
sentiré alegre. No me quejaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y
felicidad que me regala. Trataré de ajustarme la vida. Aceptaré el
mundo como es y procuraré encajar en este mundo.
Si
sucede algo que me desagrada, no me mortificaré ni me lamentaré, más
bien agradeceré, de mis impulsos, pues para triunfar debo superarme,
debo tener el dominio de mí mismo.
Trabajaré
alegremente, con entusiasmo, haré de mi trabajo una diversión.
Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Resaltaré mis éxitos
grandes o pequeños y no pensaré en mis fracasos. Seré agradable. No
criticaré a nadie. Olvidaré los defectos de los demás y concentraré mi
atención en sus virtudes. No envidiaré nada.
Tendré
presente que muchos no tienen lo que yo tengo y que el destino feliz
pertenece a los que luchan y que el futuro se resolverá, en función de
la actuación de mis Hoy.
No pensaré en el pasado negativo. No guardaré rencor y practicaré el perdón.”
Autor Desconocido
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