Y cuando termine, descansa tu cabeza en su almohada, sumérgete en su inmensidad,
juega en su profundidad. ¿Llegará otro día? ¿Y acaso eso importa cuando
este día ha sido vivido con toda plenitud? Permítete cerrar tus ojos a todos tus mañanas.
Un día, vivido plenamente, siempre será más que suficiente.
La gratitud es la llave, y el candado jamás fue fabricado.
- Jeff Foste