Sombra distante
Dejé de amarte, con designio inscrito En el ávido ardor de tu impaciencia Y el inmolado amor, frágil, marchito Mostró amargo, su incrédula evidencia.
De mi deseo tu calor proscrito Dejó al amor sin mística clemencia, Que calmara tus ansias de infinito En el umbral de tu fatal ausencia.
Fugó mi encanto al contemplar tus ojos mostrando del amor vanos despojos del éxtasis de fuego del pasado.
Y vaciló mi brazo siempre alerta cubrir tu imagen inasible, incierta Ausente como espectro abandonado.
ARMANDO SORIANO B.
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