Antiestrés
A veces nos invade una profunda sensación
de estar acelerados, motivo por el cual
empezamos a descontrolar, aunque no se
trate propiamente de estrés. Por mucha prisa
que tengas, tómate unos minutos de descanso,
cierra los ojos, deja caer la cabeza y los brazos,
relaja los músculos y concéntrate en tu
respiración: profunda y rítmica. En unos
minutos te sentirás mucho mejor.
Fuente: Revista Mía