Tú eres una gaviota en un millón
La mayoría de nosotros progresamos con mucha lentitud.
Pasamos de un mundo a otro casi exactamente igual,
olvidando en seguida de donde habíamos venido, sin preocuparnos
hacia donde íbamos, viviendo solo el momento presente.
¿Tienes idea de cuántas vidas debimos cruzar antes de que lográramos
la primera idea de que hay mas en la vida que comer, luchar. o alcanzar
poder en la Bandada? ¡Mil vidas, Juan, diez mil!
Y luego cien vidas más hasta que empezamos a aprender que hay algo llamado perfección,
y otras cien para comprender que la meta de la vida es encontrar
esa perfección y reflejarla. La misma norma se aplica ahora a nosotros,
por supuesto: elegimos nuestro mundo venidero mediante lo que hemos
aprendido de éste.
No aprendas nada, y el próximo será igual que éste, con las mismas limitaciones y pesos de plomo que superar.
Extendió sus alas y volvió su cara al viento. -Pero tú, Juan -dijo-, aprendiste tanto de una vez que no has tenido
que pasar por mil vidas para llegar a esta.”
"Juan Salvador Gaviota" (Richard Bach)
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