FILOSOFÍA DE VIDA
No puedes engañar a tus clientes; no puedes ser posesivo con tus hijos, porque están más cerca de Dios que tú.
Su inocencia es un puente, tu conocimiento es un muro, una muralla china; solamente
puedes ser respetuoso con los niños.
No puedes actuar de la vieja manera porque siempre estás actuando dentro del templo,
y cada uno de tus actos es una oración.
En cada momento estás rodeado por Dios. Sentirás su presencia incluso en tu esposa, en tu marido,
en tu amigo, en tu enemigo, porque excepto Él, nadie más existe.
Hacer de toda la vida un templo, y de toda la vida una religión, es el único camino del auténtico buscador.
Él no va a mirar en los libros sagrados. Los libros son libros; ningún libro es sagrado ni tampoco profano.
Léelos si disfrutas con la poesía; léelos si te gusta la prosa; léelos si te agradan sus mitologías
–pero recuerda, ningún libro puede darte el sabor de la religión.
Sí, es posible que una flor pueda dártelo; un pájaro en vuelo; un árbol
que se eleva en las alturas danzando al sol.
Toda la existencia se convierte en tu libro sagrado: léelo, escúchalo,
y poco a poco e darás cuenta de que estás rodeado por una energía de la que eras totalmente inconsciente.
Es casi como el pez que no sabe nada sobre el océano, porque nace en él. Era parte del océano,
exactamente como una ola; no sabe nada del océano.
El pez solo llega a conocer el océano cuando el pescador lo saca de él y lo tira en la arena caliente de la playa.
Entonces sabe que ha perdido su auténtica casa a la que nunca había prestado atención. Ahora está sediento,
intentando por todos los medios posibles volver atrás y saltar al océano.
Fuera de él ha tomado consciencia de lo que ha perdido.
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(Mensajes para el alma)
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