Así como eres…
Los sueños, arrójalos a la basura,
las llamas, apágalas y toma serena
y sabiamente en tus manos, la fría
Realidad: eres como eres.
Y, de todas maneras,
a pesar de tus reticencias
y repugnancias, eres una maravilla.
Transforma tus sufrimientos
en brazos de compasión
para ti mismo,
y tus entrañas en un regazo de acogida.
Acéptate a ti mismo,
no como te gustaría ser,
sino como realmente eres.