Tiempo atrás al conocerte
lanzó su flecha cupido
y a tus pies quedé rendido
tan sólo para quererte.
Y hoy me conformo con verte
aunque sea de vez en cuando
para seguir recordando
que tú eres para mí la gloria
que nunca tuve victoria
pero que sigo anhelando.
Y si esta inmensa ilusión
se considera un pecado
entonces pido perdón
por lo mucho que te he amado
Desconozco el autor
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