Se dice que cierto día salieron a pasear juntas la Ciencia,
la Fortuna, la Resignación y la Integridad.
Mientras caminaban dijo la Ciencia:
Amigas mías, pudiera darse el caso de que nos separáramos
unas de otras y sería bueno determinar un lugar
donde pudiéramos encontrarnos de nuevo.
...
A mí, podréis encontrarme siempre en la biblioteca
de aquel sabio Dr. X, a quien, como sabéis, siempre acompaño.
En cuanto a mí expresó la Fortuna -
me hallareis en casa de ese millonario cuyo palacio
está en el centro de la ciudad.
La Resignación dijo por su parte:
A mí podréis encontrarme en la pobre y triste choza
de aquel buen viejecillo a quien con tanta frecuencia veo
y que tanto ha sufrido en la vida.
Como la Integridad permanecía callada, sus compañeras le preguntaron:
Y a ti, ¿dónde te encontraremos?
La Integridad, bajando tristemente la cabeza, respondió:
- A mí, quien una vez me pierde jamás vuelve a encontrarme...
"Quien pierde su integridad y su honradez lo ha perdido todo".
D/A