Muchas veces andamos como astronautas,
nos movemos por movernos,
trabajamos por trabajar.
Pero debemos tener algo en nuestro corazón,
algo o alguien nos impulse
a movernos con un fin.
Debemos ser felíces y disfrutar de lo que tenemos.
Muchas veces nos motiva el amor
a nuestros hijos, a nuestra madre o
alguna persona que queremos, y con tan solo recibir
alguna caricia de aquel ser humano que
nos da un poco de amor, nos sentimos felices.
Entonces la vida para nosotros ya es otra,
pero también detente un poco
en el caminar de la vida, valórate,
quiérete a ti mismo,
No siempre dependamos de algo o alguien para ser felices.
Muchos están solos, y viven felices
por Dios, cuantas personas no tienen salud
para poderse mover aunque sea un poco,
y poder dispersarse por el parque
corriendo en él, y disfrutar de la vida que Dios les da.
Ahora decimos hay que disfrutar a lo máximo todo,
con bajas y altas y decir gracias Dios
por esta vida que me das.
Siempre sé tu mísmo,
y esté en paz contigo mísmo y con la naturaleza.
Sé felíz.
Angeles Hernández