Tu voz me despertó un día
oculta por el pasar del tiempo,
olvidada por la tristeza de la agonía,
que despertaba cada vez que pensaba en tu huida.
El miedo me enseñó a olvidarte,
el dolor me enseñó a volver a querer,
para remendar al corazón de la herida que dejaste.
Las lágrimas la sacaban otros amores
con el fuego de la pasión,
que dejaban en mi cuerpo,
pero que mi llanto volvía a apagar,
al sentir vacío el corazón.
Eché a volar con una manada de pájaros
para respirar,
para sentir el viento,
para olvidar.
Y te volví a encontrar
roto de nuevo por amor,
y ahora es mi turno para consolar
y poder devolverte el amor que un día dejé de dar