Promesa
El contrato esclaviza, y la promesa
es compromiso a que uno se presiona
en detrimento propio, y desmorona
la libertad en su interior impresa.
Nunca prometas nada, sólo expresa
cuanto en cada momento te apasiona.
Libre espontaneidad nunca extorsiona,
se piensa, se decide, y se procesa.
Quien promete, a sí mismo se castiga,
estableciendo sujeción que obliga
a ser ejecutada en el mañana.
Ábrete y date audaz en cada instante,
sin mirar al futuro; lo galante
es más entrega que promesa vana.