Se cuenta de cierto campesino que tenia una mula ya vieja.
En un lamentable descuido, la mula cayó en un pozo que había en la finca.
El campesino oyó los bramidos del animal y corrió para ver lo que ocurría.
Le dio pena ver a su fiel servidora en esa condición,
pero después de analizar cuidadosamente la situación,
creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y que más valía sepultarla en el mismo pozo.
El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba ocurriendo
y los enlisto para que le ayudaran a enterrar la mula en
el pozo para que no continuara sufriendo.
Al principio, la mula se puso histérica.
Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban
paleando tierra sobre sus lomos,
una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió que cada vez
que una pala de tierra cayera sobre sus lomos.
¡ELLA DEBÍA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA TIERRA!
Esto hizo la mula palada tras palada de tierra.
SACÚDETE Y SUBE. sacúdete y sube. sacúdete y sube!!
Repetía la mula para alentarse a sí misma.
No importaba cuan dolorosos fueran los golpes de tierra y piedras sobre su lomo,
o lo tormentoso de la situación, la mula luchó contra el pánico, y continuó
SACUDIÉNDOSE Y SUBIENDO.
A sus pies se fue elevando de nivel el piso.
Los hombres sorprendidos captaron la estrategia de la mula,
y eso los alentó a continuar paleando.
Poco a poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada
y abatida pudo salir de un brinco de las paredes de aquel pozo.
La tierra que parecía que la enterraría, se convirtió en su bendición,
todo por la manera en la que ella enfrentó la adversidad.
¡ASÍ ES LA VIDA!
Si enfrentamos nuestros problemas y respondemos positivamente,
y rehusamos dar lugar al pánico, a la amargura,
y las lamentaciones de nuestra baja autoestima,
las adversidades, que vienen a nuestra vida a tratar de enterrarnos,
nos darán el potencial para poder salir beneficiados y bendecidos!
"En la vida nunca bajes los brazos,
porque el hombre más grande del mundo
murió con los brazos en alto"...