DOS ARBOLES
De toda la arbolada que circunda
por la insondable faz del Universo,
dos árboles son teas que me alumbran
en este mundo trágico y adverso.
Árboles venerables que me dieron
la vida, su ternura y su cariño,
dos árboles hermosos que supieron
guiar mis pasos… cuando yo era niño.
Cuando partí quedaron muy frondosos,
las ramas abrazando a sus polluelos,
fueron dulces, muy tiernos y amorosos
con los doce capullos que tuvieron.
Siempre tuve un bordón, era su ejemplo,
fui fiel a la enseñanza que me dieron,
después de haber rodado como el viento
volver a mis raíces… pronto quiero.
Después de recorrer mundos extraños,
la vieja estancia ya no me pertenece,
todo han vendido, y eso me entristece,
no hay donde apacentar a los rebaños.
Busco las ramas que fueron mi nido,
necesito el calor de aquella sombra,
pregunto en qué lugar se han escondido,
no hay voz en la penumbra que responda.
Los busco como buscará el mendigo
un pan cuando del hambre está oprimido;
sin la luz de su antorcha soy un barco
que en el inmenso mar… está perdido.
Se fueron porque Dios los ha pedido,
su amor en mí estará perpetuamente,
mis árboles de arcilla bien fundidos
ya descansan en paz tranquilamente.
Su ternura…no se fue con el viento.
Sus regaños, hoy son un dulce canto
son un plectro en perfume de alicanto
que aromará mi vida…todo el tiempo
A.D