Su ira no va a resolver ningún problema. Sus reveses no alteran la naturaleza de las cosas. Su mal humor no cambia la vida. Su dolor no evitará que el sol brille mañana sobre lo bueno y lo malo. Su tristeza no se iluminará los caminos. Su consternación no construye nadie. Sus lágrimas no reemplazan el sudor debe arrojar en beneficio de su propia felicidad. Sus afirmaciones, sin embargo, incluso los efectivos, Nunca se sumará otro un gramo de compasión por ti. No arruine su día. Aprenda, con la sabiduría divina, pedir disculpas sin fin, la construcción y reconstrucción de siempre hasta el infinito también.
D/A
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