Guiar
Ciego en la tierra del amor, imploro
asistencia de espíritu cercano
cuyo candor me tome de la mano,
orientándome al pórtico que añoro.
Ni luces ni colores atesoro,
los dedos son mis ojos, y me afano
en cuanto así percibo, ciudadano
de túneles y cúpulas que exploro.
Mas necesito indicios, sugerencias,
qué camino a seguir, qué consecuencias
conlleva cada paso en mi camino.
Ni a esquema aspiro ni a manual que explique;
sólo a una leve actividad que indique
cuándo brisa he de ser, o torbellino.
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