Edad
El vigor del espíritu enmudece
las voces de los años; su mesnada
seguirá cabalgando, mas callada,
y quien no alcanza a oírlas, no envejece.
Si el pensamiento duerme, languidece
la flora de alma y cuerpo, y desmayada
la luz de su radiante llamarada,
es ocaso en la mente, y anochece.
No es número la edad, es un estado
de empeño y objetivo, enraizado
en el fértil vergel de la razón.
Nos haremos tan jóvenes, tan viejos,
como queramos ser; son los espejos
del cerebro que forjan tal visión.
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