Cautela
– Semejanza de amor se te revela
por el sedoso sueño en que, despierto,
todo un vergel florece en tu desierto.
Procede en ello, amigo, con cautela.
– Es tan bella, me dices. Desnivela
mi equilibrio vital; mi desconcierto
va más allá de si estoy vivo o muerto,
y su intenso recuerdo me flagela.
– Sin locuras, amigo; ve con calma.
Una cosa es la piel, otra es el alma;
ambas se dan, mas no del mismo modo.
– Lógica, precaución, juicio, cordura…
No me sirven. Tan sólo esta locura
tiene sentido, y a ella me acomodo.
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