El orden divino ha sido una parte integral de mi sendero espiritual. Mis fracasos y mis triunfos me han ayudado a ser la persona que soy hoy día. Mi viaje es continuo. Me preparo para un crecimiento y expansión aún mayores afirmando el orden divino.
He crecido de muchas maneras en mi viaje espiritual. Recuerdo las veces en que estaba convencido de que mis oportunidades me evadían. Ahora, al recordar, veo cómo tuve que crecer a través de ciertas experiencias y evolucionar en sabiduría, fortaleza, poder y amor antes de que esos planes se dieran.
Avanzo con confianza, listo para el próximo paso. Siento gratitud por el orden divino que fomenta la evolución de mi alma.