Armonía
Danza en mis dedos mágica sonata
al contemplar tu ambiguo movimiento,
columna de humo en vuelo somnoliento,
o impulso que inminente se desata.
En ambos casos surge y me arrebata,
mas en distinto modo, ya en intento
de invitación pasiva, o en hambriento,
irreprimible avance de mulata.
Cada vaivén provoca, y origina
progresivo destape, y me encamina
a privado concierto mozartiano.
Desnuda, horizontal, y sonriente,
te me ofreces, y toco, persistente,
cada nota de tu íntimo piano.