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General: LA PALABRA DIARIA MES DE SEPTIEMBRE
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| De: Tatisverde (Mensagem original) |
Enviado: 01/09/2021 21:46 |
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Soy energía divina, ¡y nada puede detenerme!
Tengo energía y poder ocultos en lo profundo de mi ser. Cuando enfrento un obstáculo, acudo a mi interior, al poder de Dios que satisface todas mis necesidades. Así como el viento sopla con gran fuerza y poder pero permanece invisible, la energía en mí puede que no sea visible, mas es fuerte, vibrante y siempre presente.
Gracias al poder de Dios en mí, soy capaz de lograr grandes cosas. Al aprender a confiar en este poder, desato mi pleno potencial. Estoy por siempre vinculado a la fuente de mi poder. Dicha fuente es divina, es la energía del universo y es indetenible. Yo soy esa energía divina, ¡y no puedo fallar!
Jesús reunió a sus doce discípulos y, después de darles poder y autoridad para expulsar a todos los demonios, y para sanar enfermedades, los envió a predicar el reino de Dios y a sanar.—Lucas 9:1-2
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De: Taty |
Enviado: 02/09/2021 02:34 |
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Soy energía divina, ¡y nada puede detenerme!
Tengo energía y poder ocultos en lo profundo de mi ser. Cuando enfrento un obstáculo, acudo a mi interior, al poder de Dios que satisface todas mis necesidades. Así como el viento sopla con gran fuerza y poder pero permanece invisible, la energía en mí puede que no sea visible, mas es fuerte, vibrante y siempre presente.
Gracias al poder de Dios en mí, soy capaz de lograr grandes cosas. Al aprender a confiar en este poder, desato mi pleno potencial. Estoy por siempre vinculado a la fuente de mi poder. Dicha fuente es divina, es la energía del universo y es indetenible. Yo soy esa energía divina, ¡y no puedo fallar!
Jesús reunió a sus doce discípulos y, después de darles poder y autoridad para expulsar a todos los demonios, y para sanar enfermedades, los envió a predicar el reino de Dios y a sanar.—Lucas 9:1-2
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CON UN CORAZÓN AFABLE Y UNA MENTE ABIERTA, EXPANDO MIS HORIZONTES.
Puede que el camino hacia una vida mejor y más significativa pase por un territorio inexplorado para mí, más allá de aquello que conozco. Confío en que el deseo de crecer y de explorar es inspirado por la divinidad.
Cuando la intuición me alienta a buscar nuevos horizontes, sigo su guía con fe y valentía. Cuando voy a iniciar un viaje de descubrimiento, reflexiono acerca del curso de mi vida y todo aquello que deseo lograr. Me concentro en la certeza reconfortante de que, no importa el terreno ante mí, mis pasos están seguros con Dios.
Veo los paisajes en la distancia y me lleno de gratitud y asombro. Mis horizontes se expanden y acojo nuevas oportunidades.
El arco estará en las nubes, y yo lo veré y me acordaré de mi pacto perpetuo. Es el pacto entre Dios y todo ser vivo.—Génesis 9:16
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Soy energía divina, ¡y nada puede detenerme!
Tengo energía y poder ocultos en lo profundo de mi ser. Cuando enfrento un obstáculo, acudo a mi interior, al poder de Dios que satisface todas mis necesidades. Así como el viento sopla con gran fuerza y poder pero permanece invisible, la energía en mí puede que no sea visible, mas es fuerte, vibrante y siempre presente.
Gracias al poder de Dios en mí, soy capaz de lograr grandes cosas. Al aprender a confiar en este poder, desato mi pleno potencial. Estoy por siempre vinculado a la fuente de mi poder. Dicha fuente es divina, es la energía del universo y es indetenible. Yo soy esa energía divina, ¡y no puedo fallar!
Jesús reunió a sus doce discípulos y, después de darles poder y autoridad para expulsar a todos los demonios, y para sanar enfermedades, los envió a predicar el reino de Dios y a sanar.—Lucas 9:1-2
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