Hoy el suplicio de mi existencia pesa en mis hombros,
amargo placer, la verdad absoluta de toda impureza
el reflejo maldito de tu alma piadosa
ante mi presencia, se doblega tu clemencia…
Luz oscura, mi alma inmolada
emana el deseo a su concupiscencia…
libertad, ¡codiciosa bondad!
Amalgama de tristeza vuelta realidad…
El caminante de oscuridad,
luna llena atenúa lo singular,
ilumina lo vulgar.
Haz mi sabiduría inmensa,
a tu capricho bríndame entereza;
en tu desdicha, fortaleza.
Manto reconfortante oscuridad,
a mi desgracia fluctuante
amor celestial flagrante
divino alivio sublevado
En tus alas reposo ángel bendito,
amor sin vicios ni perjuicios…
abandono mi deseo, transfiguro tu sueño,
transmuto mi alma cuan ser etéreo perfecto…
Desconozco el autor