Cuando tu propio perro te ladre y te muestre sus colmillos.
Cuando no puedas evitar pensar que nada tiene remedio,
y te sientas sin ganas de volver a tener ganas...
no olvides que hubo otros antes que tú a los que
la suerte les fue esquiva.
No olvides que hubo muchos que a pesar de los pesares, salieron adelante, que nadie tiene todas las respuestas y conoce el final de todos los caminos.
No olvides que hay gente que se siente sola y espera en alguna esquina encontrar alguien como tú para sentirse comprendido y acompañado.
No olvides que detrás de la sonrisa más maravillosa, en la mirada más brillante y serena, se esconden sufrimientos pasados, que ahora ya olvidados, nos muestran una persona feliz.