Encerrarse
El silencio te oprime la garganta,
encastilla la mente y tambalea
tu propio entorno, y poco a poco crea
soledad que no alivia, mas quebranta.
Autoencierro, no obstante, es esa planta
que tantos cultivaron, que permea
con su aroma el ambiente, y espolea
cerebro y corazón, y los levanta.
La voluntad es curso decisivo.
Quien se encierra en sí mismo, si inactivo,
aunque respire, lentamente muere.
Sólo aquél, cuya mente creadora
se agita y desarrolla, se incorpora
al grupo innovador. Porque él lo quiere.
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