HASTA ENTONCES
Hasta entonces
cuándo mires los días pasar, y yo no esté
cuándo en tú orgullo sigas parado,
de pronto caigas, y nadie este ahí para levantarte;
Cuándo el invierno venga y sientas frío, el hielo te colme,
tu cuerpo pida mi calor, y tus manos tengan sed de mi;
Y al cerrar tus ojos imagines mi rostro,
cuándo sin querer pronuncies mi nombre,
el invierno termine y el calor del verano te sofoque,
los rayos del sol te acaricien
y sientas que son mis manos las que tocan tu piel;
O cuándo la noche caiga y la luna escurridiza
pase por tu cama e ilumine mi almohada vacía;
Cuándo en la madrugada despiertes,
me busques y tu lecho este vacío;
Cuándo camines por las calles, recuerdes hasta mis pasos,
y al recordarme cierres los ojos y sin querer una lágrima se escape;
¡Hasta entonces, hasta entonces sabrás cuánto te amé!
Y entonces sólo hasta entonces, sabrás cuánto me amas...
¡Y sufrirás por dejarme partir!
D/A
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