La vida es un
laberinto con mil caminos cerrados
para una sola
meta.
¿Pero, cuál es
el camino bueno?
¿Aquél?
¿Este?
Para algunos
puede ser el primero
y para otros,
no llega siquiera a ser el último.
Y en este
laberinto estás como yo
buscando la
salida,
el lugar donde
se esconde la risa
y el final de
la promesa.
Hasta llegar a
ella
el amor es solo
una fantasía
teñida de
esperanza.
Mira tus
manos
¿qué tienen
para dar en esta búsqueda?
que no se
agote.
Profundiza en
tus ojos, tócate el cuerpo
y deja recibir
en tí la búsqueda del otro.
Si crees
encontrar el camino justo
y descubres una
salida cerrada
con murallas y
con aceros,
vuélvete e
intenta otra chance comprendiendo,
que todo es
producto de este juego
que se llama
laberinto.
Arriesga un
nuevo intento,
en cada camino
fallido.
Si te quedad
parado
solo
encontrarás a quienes
buscan una
salida
y están
perdidos.
Desconozco el
autor
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