El hombre es la más elevada de la criaturas. La mujer el más sublime de los ideales. El hombre tiene la supremacía. La mujer la preferencia. La supremacía significa fuerza, la preferencia representa el derecho.
El hombre es un código. La mujer un evangelio. El código corrige, el evangelio perfecciona.
El hombre es un templo. La mujer es el sagrario. Ante el templo nos descubrimos, ante el sagrario nos arrodillamos.
El hombre es el águila que vuela. La mujer el ruiseñor que canta. Volar es dominar el espacio, cantar es conquistar el alma.
El hombre tiene un farol... la conciencia. La mujer tiene una estrella... la esperanza. El farol guía, la esperanza salva.
El hombre está colocado donde termina la tierra. La mujer donde comienza el cielo.