Lo tengo cubierto de cicatrices
por las tantas veces que amé y no me amaron,
por las veces que lo entregué
y me lo devolvieron hecho pedazos…
Pero de ahora en adelante
ya no podrán jugar con mis sentimientos,
pues yo no estaré con quien no sepa
amarme y respetarme.
Guardaré este corazón para alguien que valga la pena,
no seguiré llorando por todas las veces en las que mi pareja se ausenta,
pues yo he sido culpable de amar a quien no merecía mi amor.
Yo debo cambiar mi vida y saber distinguir quien merece mi amor
y quien no merece ni las migas que caen.
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