No dejes de sonreír...
Porque es muy poco el tiempo que te dan para la alegría.
No dejes de estar siempre al servicio de una buena causa...
Porque es poco el tiempo que te dan para llenar la copa de la vida.
No dejes de dar pinceladas de cielo a tus días nublados...
Porque es poco el tiempo que te dan para después de la tormenta ver salir el arcoiris.
No dejes de perdonar...
Porque es muy poco el tiempo que te dan para después cicatrizar... volver a florecer.
No dejes de amar...
Porque son pocos los años que te dan para entregar el corazón... y llenar la vida.
No dejes de tener un amigo...
Porque es muy poco el tiempo que te dan para llevarlo de la mano.
No dejes de sembrar... y de abonar...
Porque es poco el tiempo que te dan para dejar tu tierra produciendo, y el cantero de Dios todo florecido.
No dejes de rendir...
porque es poco el tiempo que te dan para ver resultados...
¡y alcanzar metas!
Para que dejes tu polen, tu señal, tu paso, tus sueños, tu rosa
¡Y a todo se le vea la luz!
Es poco el tiempo que te dan,
para tirar semillas en esta aridez...
Es muy poco el tiempo para construir, hacer tus planos,
ensamblar tus piezas, redondear tus proyectos... y luego, cimentar, afianzar, consolidar...
¡Cuánta vida tenemos que vivir...
cuánto papeles que desempeñar...
cuántos males tenemos que sufrir!
¡Y qué poco tiempo!
... Qué poco tiempo sentimos tener para llenar la arena de rosales...
el mar de perlas... los caminos de flores...
¡Y los corazones de Dios!
No dejes que se te vaya la magia del amor...
los sueños de las realidades...
Es muy poco el tiempo para dar la talla...
Realizar una misión...
Ajustar las cuentas...
¡Y hacer rendir las capacidades y los dones!
Muy poco Dios mío ... para llenar de huellas el camino...
de racimos la siembra... ¡Y de luz el mundo!
Poco para un trayecto más alto..
. ¡No lo desperdicies!
Compartió Dra Gladys Bessi
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