Mil siglos pasarán sobre mí,
como una tempestad sobre la hierba
habrá arrugas en mi piel,
y canas en mi cabeza
y aun así tu memoria seguirá viviendo.
Habrá insomnio en mis ojos
faltarán fuerzas a mis manos,
y el perfume de mi juventud perecedera
se habrá marchado con el tiempo
y aun así tu recuerdo seguirá viviendo.
Cien amores vendrán a mí
cuando tú te hayas marchado,
y por las calles del aburrimiento no apreciaré más el grito de tu ausencia
otras me harán más feliz que tú
y aun así en la perdurable memoria de mi existencia
tu recuerdo seguirá viviendo.
Llegará la tormenta del olvido a mi tumba
desierta
y en la fría lápida de una sepultura, leerás mi nombre
y en aquel tiempo sabrás que más allá de la muerte
tu recuerdo seguirá viviendo.
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