Pàgina principal  |  Contacte  

Correu electrònic:

Contrasenya:

Inscriviu-vos ara!

Heu oblidat la vostra contrasenya?

Amigosdeaquiydeallacompartiendo
 
Novetats
  Afegeix-te ara
  Plafó de missatges 
  Galeria d’imatges 
 Arxius i documents 
 Enquestes i Tests 
  Llistat de Participants
 General 
 ♥.·:*BIENVENIDO AL GRUPO*:·. ♥ 
  
 Presentate aqui 
  
 Cartelitos para responder 
 Dia de la semana 
  
 Amparito--clase psp 
 Tutoriales varios 
  
 Poemas 
 Reflexiones 
 Fondos listos 
 Retos 
 Hogar-Varios 
 Buzones personales ... 
  
 
 
  Eines
 
General: SABIAS QUE.?
Triar un altre plafó de missatges
Tema anterior  Tema següent
Resposta  Missatge 1 de 261 del tema 
De: Taty  (Missatge original) Enviat: 23/07/2024 16:18


Primer  Anterior  247 a 261 de 261  Següent   Darrer  
Resposta  Missatge 247 de 261 del tema 
De: Taty Enviat: 17/10/2024 13:34

Resposta  Missatge 248 de 261 del tema 
De: Taty Enviat: 17/10/2024 13:35

Resposta  Missatge 249 de 261 del tema 
De: irisolita Enviat: 17/10/2024 18:29
Puede ser una imagen de 1 persona y texto

Resposta  Missatge 250 de 261 del tema 
De: irisolita Enviat: 17/10/2024 18:29
¿SABÍAS QUE EL MITO DE LA CAVERNA DE PLATÓN REVELA LA NATURALEZA DE NUESTRA REALIDAD?
Una alegoría que desafía nuestra percepción del mundo.
En el libro VII de "La República", Platón presenta una de las alegorías más célebres y profundas de la filosofía occidental: el Mito de la Caverna. Este relato no es solo una fascinante narrativa, sino también una potente herramienta para comprender la teoría del conocimiento y la percepción de la realidad, conceptos centrales en el pensamiento platónico.
Imaginen una caverna oscura donde un grupo de prisioneros ha estado encadenado desde su nacimiento. Estos prisioneros están inmovilizados de tal manera que solo pueden mirar hacia una pared frente a ellos. Detrás de los prisioneros, hay un fuego y, entre el fuego y los prisioneros, hay un camino elevado. Por este camino, pasan personas llevando objetos y figuras de diversas formas que proyectan sombras en la pared que los prisioneros pueden ver. Para estos prisioneros, esas sombras son la única realidad que conocen.
Las sombras en la caverna simbolizan la ignorancia y la percepción limitada de aquellos que no han alcanzado el conocimiento verdadero. Representan una realidad distorsionada y superficial, una metáfora de cómo las apariencias y las percepciones pueden engañar nuestra comprensión de la verdadera naturaleza de las cosas.
El mito da un giro significativo cuando uno de los prisioneros es liberado. Al principio, este prisionero siente un dolor agudo y una confusión intensa al estar expuesto a la luz del fuego y, eventualmente, al sol del mundo exterior. La luz es cegadora, y el prisionero lucha por entender esta nueva realidad. Poco a poco, sus ojos se acostumbran, y empieza a ver el mundo tal como es: colores, formas, la vastedad del cielo y el fulgor del sol. Este proceso simboliza el camino hacia el conocimiento y la iluminación intelectual, un viaje arduo y doloroso, pero profundamente transformador.
El prisionero liberado se da cuenta de que las sombras en la caverna no son la realidad, sino meras ilusiones. En su deseo de compartir esta revelación, regresa a la caverna para liberar a los demás. Sin embargo, al regresar, encuentra resistencia y es incomprendido por aquellos que aún están encadenados. Para ellos, las sombras siguen siendo la única realidad válida, y la propuesta de una realidad diferente es inconcebible y amenazante. Este regreso subraya la dificultad de transmitir y aceptar la verdad en un mundo acostumbrado a las ilusiones, un reflejo de la resistencia humana al cambio y a la aceptación de nuevas verdades.
El Mito de la Caverna, por tanto, no solo ilustra la teoría epistemológica de Platón, sino también su visión sobre la educación y el papel del filósofo en la sociedad. El filósofo, como el prisionero liberado, tiene la responsabilidad de guiar a otros hacia la luz del conocimiento, aunque esto implique enfrentarse a la incomprensión y la resistencia.
En última instancia, esta alegoría nos invita a cuestionar nuestra propia percepción de la realidad y a reconocer la importancia de buscar el conocimiento más allá de las apariencias. Nos desafía a romper nuestras propias cadenas y a salir de nuestras cavernas personales en la búsqueda de una comprensión más profunda y verdadera del mundo.

Resposta  Missatge 251 de 261 del tema 
De: Amparito 09 Enviat: 18/10/2024 11:53

Resposta  Missatge 252 de 261 del tema 
De: Taty Enviat: 18/10/2024 14:21

Resposta  Missatge 253 de 261 del tema 
De: Amparito 09 Enviat: 19/10/2024 16:17

Resposta  Missatge 254 de 261 del tema 
De: Taty Enviat: 19/10/2024 18:43

Resposta  Missatge 255 de 261 del tema 
De: Taty Enviat: 20/10/2024 12:36

Resposta  Missatge 256 de 261 del tema 
De: Amparito 09 Enviat: 20/10/2024 14:54

Resposta  Missatge 257 de 261 del tema 
De: Taty Enviat: 21/10/2024 14:08

Resposta  Missatge 258 de 261 del tema 
De: elopolis Enviat: 22/10/2024 05:52
Sabías que - Frutería La Huerta de la Villa

Resposta  Missatge 259 de 261 del tema 
De: Taty Enviat: 23/10/2024 14:34

Resposta  Missatge 260 de 261 del tema 
De: elopolis Enviat: 24/10/2024 07:12
Pin page

Resposta  Missatge 261 de 261 del tema 
De: irisolita Enviat: 24/10/2024 10:16
SABÍAS QUE CONSTANTINOPLA FUE EL CORAZÓN DE LA EDAD MEDIA?
Pocos lugares en la historia han acumulado tanta riqueza, poder y prestigio
como lo hizo Constantinopla, la ciudad que durante más de mil años fue el
centro neurálgico de un imperio que desafió la historia misma. Su nombre
aún resuena con el eco de los grandes imperios, y el misterio que envuelve
su historia sigue capturando la imaginación de muchos. Esta ciudad,
levantada entre dos continentes, fue testigo de batallas, conquistas y el
florecimiento de culturas que hoy en día parecen lejanas.
Fundada en el año 330 por el emperador romano Constantino el Grande,
Constantinopla emergió como una ciudad destinada a ser más que una
simple capital.
Desde sus comienzos, se planteó como la nueva Roma, pero con una
ventaja incomparable: su ubicación estratégica.
Ubicada en el estrecho del Bósforo, era el puente perfecto entre Europa
y Asia,
y esto no solo le aseguraba una influencia comercial sin precedentes,
sino que la convertía en un punto clave para las rutas comerciales más
ricas de la época.
Las caravanas que viajaban desde el Lejano Oriente hasta los confines
de Europa se detenían en sus puertas, trayendo consigo seda, especias
y otros tesoros exóticos que transformaban a la ciudad en un inmenso
bazar donde el oro fluía como ríos.
Pero Constantinopla no solo brillaba por su riqueza material.
Esta ciudad era un crisol de culturas, donde lo occidental y lo oriental
se entrelazaban en una mezcla fascinante.
Los imponentes edificios que adornaban la ciudad contaban una historia
más allá de las guerras y conquistas.
Uno de los monumentos más emblemáticos era la Hagia Sophia, una
maravilla arquitectónica que, durante casi mil años, fue la catedral más
grande del mundo.
Con su inmensa cúpula flotante, representaba no solo el poderío religioso
del cristianismo ortodoxo, sino también la habilidad técnica de los
arquitectos bizantinos, quienes desafiaron las leyes de la gravedad
para crear una obra maestra que aún hoy deja boquiabiertos a quienes
la visitan.
Sin embargo, no todo en Constantinopla fue gloria.
A lo largo de los siglos, la ciudad enfrentó innumerables amenazas,
tanto desde dentro como desde fuera.
Uno de los momentos más oscuros de su historia ocurrió en 1204,
durante la Cuarta Cruzada, cuando las fuerzas cristianas de Occidente,
en lugar de luchar contra los musulmanes, se volvieron contra la
propia Constantinopla, saqueándola brutalmente.
Fue un golpe devastador para la ciudad, que jamás se recuperaría del todo.
Pero Constantinopla aún tenía una última batalla que pelear.

En 1453, el joven sultán otomano Mehmed II decidió que había llegado
el momento de conquistar la legendaria ciudad.
A pesar de la tenacidad de sus defensores y de las imponentes
murallas de Teodosio,
que durante siglos habían resistido los embates de innumerables ejércitos,
Constantinopla cayó.
Fue el fin de una era.
Con su conquista, la ciudad fue renombrada como Estambul y se convirtió
en el corazón del Imperio Otomano.
Constantinopla, la ciudad que alguna vez había sido la encrucijada del mundo,
ahora quedaba en el pasado, pero su legado perduraría.
Hoy, caminando por las calles de Estambul, se pueden ver rastros de su
antiguo esplendor.
La Hagia Sophia sigue en pie, aunque transformada en mezquita primero
y luego en museo, y las antiguas murallas que una vez defendieron la ciudad
son un recordatorio de un tiempo en el que Constantinopla era la joya
más preciada del mundo.
Así fue la historia de una ciudad que vio pasar imperios, pero que nunca
dejó de ser un testimonio del ingenio humano, del poder de la ambición
y de la inevitable caída que acompaña a todo gran poder.
Crédito al autor
PUBLICADO EN FACEBOOK
 
Puede ser una imagen de el río Arno y castillo



Primer  Anterior  247 a 261 de 261  Següent   Darrer  
Tema anterior  Tema següent
 
©2024 - Gabitos - Tots els drets reservats