Un andaluz en Barcelona entra en un bar y pide una caña en castellano.

El camarero se la pone y le dice: 

     - Són noranta-cinc cèntims 

El andaluz deja sobre la barra noventa céntimos y sigue tomándose la caña tranquilamente. A lo que el camarero le dice: 

   - Escolti falten cinc cèntims 

Y el andaluz, ni puto caso, como quien oye llover. A lo que el camarero ya rebotado le suelta:

    - Escolti que em deu cinc cèntims; no em faci muntar un nombre...

M'està escoltant perfectament. 
 

Y el andaluz a lo suyo, tomándose la birrita, como si estuviese sólo en el local. Por fin el camarero, rojo de ira, y escupiendo 
las palabras dice: 
   

    - Oiga desgraciado. Me está oyendo y entendiendo perfectamente, págueme los cinco céntimos que me debe.

A lo que el andaluz sonriendo y echando mano al bolsillo para pagarle contesta:

   - Ya sabía yo,  cabroncete, que por cinco céntimos acababas hablando castellano.

CELULAR:
¿Por qué hay gallegos que guardan su teléfono celular en el armario de
las escobas?.
Para que no esté fuera del área de servicio.

DOS GALLEGOS:
- Sabes, al final encontré trabajo en Santiago.
- ¿De qué?.
- De Compostela.

EN LA MILICIA:
- Compañía, armas al hombro!.

El del cañón. ¡No!,... ¡¡IMBÉCIL!!

DIÁLOGO:
Íbamos yo y Manolo...
- No, íbamos Manolo y yo.
- Ok, listo, yo no iba.

PARTO:
Ring, ring...
- ¿Si?.
- Doctor, doctor, mi mujer está a punto de dar a luz.
- ¿Es su primer hijo?.
- No, soy su marido.

EL JARDÍN:
- Manoliño, ¿por qué no regaste el jardín?.
- Porque está lloviendo a cántaros...
- No seas vago, hombre, aquí tienes un paraguas.

VIUDA:
Se muere el marido de una gallega y se acerca un amigo a la viuda:
- Lo siento.
- No, déjalo mejor acostadito...

NAVEGANDO:
Van dos gallegos en un bote.
- Oye, Pepiño, ¿tú sabes por qué los buzos se tiran al mar hacia atrás?.
- ¡Joder, hombre!.
¡Porque si se tiraran hacia delante, caerían en el bote!.

TEMPERATURA:
- Oye, Manoliño, dime, ¿y cuántos grados marca el termómetro?.
- Cero grados.
- Qué bueno, hombre, ni frío, ni calor.

HORA:
- Oye, Ramón, ¿Qué hora tienes?.
- Diez menos diez.
- ¡Entonces no tienes hora, coño!.

VIRGEN:
En la noche de luna de miel, la novia le confiesa a su novio, que era virgen.
Manolo se la pasó toda la noche rezándole.

AMIGO:
A Pepe le dijeron que su mujer lo engañaba con su mejor amigo.
Enfurecido entonces, fue y mató a su perro.

FIESTA:
En una fiesta un invitado se presenta ante un tal José:
- Mucho gusto, el mayor de los placeres.
José le contesta:
- El gusto es mío, el menor de los García.