Me lo dijeron mil veces, y yo nunca quise poner atención. Cuando llegaron los llantos ya estabas muy cerca de mi corazón. Te esperaba hasta muy tarde, ningún reproche te hacía; lo más que te preguntaba era que si me querías Y bajo tus besos en la madrugada, sin que tú notaras la crú de mi angustia solía cantar:
Te quiero más que a mis ojos, te quiero más que a mi ví´a, más que al aire que respiro y mas que a la ma´re mía. Qué se me sarten los pursos si te dejo de querer, qué las campanas me doblen si te farto arguna vez É res mi vi'a y mi muerte, te lo juro, compañero, no debía de quererte, no debía de quererte, y sin embargo te quiero.
Vives con unas y otras y na se te importa de mi soleda' sabes que tienes un hijo y ni el apelli´o le vienes a da' Llorando junto a la cuna me dan las claras del día; Mi niño no tiene pa´re... que pena de suerte mía! Anda, rey de España, vamos a dormi' Y, sin darme cuenta, en ve´ de la nana yo le canto así:
Te quiero más que a mis ojos, te quiero más que a mi vi´a, más que al aire que respiro y más que a la ma´re mía. Qué se me sarten los pursos si te dejo de quere' qué las campanas me doblen si te farto arguna vez Eres mi vi´a y mi muerte, te lo juro, companero, no debía de quererte, no debía de quererte, y sin embargo te quiero.
Qué se me paren los pursos si te dejo de quere' qué las campanas me doblen si te farto arguna ve' Eres mi vi´a y mi muerte, y.. te lo juro, compañero, no debía de quererte no debía de quererte... y... sin embargo te quiero.