Chabuca Granda
Su nombre era María Isabel Granda Larco.
Nació el 3 de septiembre de 1920, en el departamento de Apurímac, en Perú, zona de minas de cobre, hija del ingeniero Eduardo Granda y San Bartolomé y doña Isabel Susana Larco Ferrari. Recién casados, sus padres se instalaron cerca de la mina de oro y plata donde aquél trabajaba. El nacimiento de Chabuca los consoló un poco de la pérdida de su primer hijo pero, a las pocas horas de nacer la niña, la casa entera se incendió y quedó en cenizas. Chabuca fue salvada por un trabajador.
Cuando la niña estuvo en edad de ir a la escuela, la familia se mudó a Lima. Buena deportista, estudió en el Colegio de Jesús y a los doce años descubrió sus aptitudes para la música que se consideraron hereditarias, ya que tanto su padre como su abuelo habían sido integrantes de conocidos grupos filarmónicos.
Con su amiga Pilar Mujica, en un dúo llamado "Luz y sombra", cantaron en Radio Nacional. En 1938 fue animadora de un programa de radio para artistas aficionados bajo el seudónimo de Conchito Cuello Largo. En 1940 formó un trío con Martha y Charo Gibson, interpretando canciones mexicanas. Chabuca tuvo gran influencia de los compositores mexicanos. Fue una de las primeras artistas que apareció en la Televisión de Perú, en 1958.
Se casó con Enrique Demetrio Fuller da Costa el 13 de mayo de 1942. Tuvo dos hijos, Carlos Enrique (1947) y Teresa María Isabel Emilia (1948). Su matrimonio fracasó en 1952, pues su esposo la acusó de "conducta deshonesta" por querer componer valses de música criolla. Este divorcio fue un escándalo para la sociedad limeña de la época.
A partir de esta época comenzó a componer las canciones que la harían famosa en todo el mundo, como "La flor de la canela", "Fina estampa" y "José Antonio".
Este primer período, ya bajo el nombre de "Chabuca", como se hizo llamar, fue de una producción creativa netamente evocativa, cantándole a la Lima señorial de fines del 1800. Es la ciudad que ella conoció a través de su padre, de grandes casonas francesas, con inmensos portales y jardines de invierno. A esta etapa corresponden "Lima de Veras", "Gracia", "Zeñó Manué", entre otras.
Pero en su creación, ella rompió con la estructura rítmica convencional del vals, alternando el nuevo lenguaje que propuso con el de los antiguos valses de salón. Su producción también revela una estrecha relación entre letra y melodía, que fue variando con el tiempo hacia una tendencia poética cada vez más sintética.
Luego Chabuca quebrantará incluso las estructuras de la poesía tradicional y el ritmo de las canciones seguirá los pasos de esa liberación de rima, consonancia y métrica.
A este periodo pertenecen las canciones dedicadas a la chilena Violeta Parra y a Javier Heraud, un poeta peruano muerto en la revolución de Velasco Alvarado.
Ya en un periodo final, Chabuca Granda interpretó un repertorio ligado al la música afro-peruana que, a pesar de haber estado presente a nivel popular, había sido dejada de lado por razones sociales y raciales. "Manejó con maestría "negra" el abanico de ritmos que enriquecieron la música popular peruana y su poesía tomó el sesgo de la acuarela, el trazo sintético y sugerente de colores y sensaciones".
Falleció en una clínica de Miami, en los Estados Unidos, en el año 1983, a causa de una operación de emergencia.
De su vasta producción, temas como "La Flor de la Canela" identifican a Perú en el resto del mundo.
Acerca de "La Flor de la Canela", relata Juanita Loyola Angulo, hija de Victoria Angulo, la inspiradora de ese tema:
Victoria Angulo
La Flor de la Canela
"Esa noche, en su casa de la Plaza Dos de Mayo, el cantor del "Felipe Pinglo" José Moreno celebraba su cumpleaños con la jarana de reglamento. Una invitada era la novel compositora Isabel Granda. Hacia la madrugada, la joven abrió las ventanas del balcón y contempló La Colmena. Entonces soñó la ciudad, la ciudad dormida bajo la niebla y el lucero del alba. Y dijo en voz alta:
-Déjame que te cuente, limeño. Déjame que te diga la gloria del ensueño que evoca la memoria.
Luego, volviéndose al grupo criollo, exclamó:
-¡Ya tengo la expresión!
Pero las canciones no nacen del aire. Tienen su germen, su entraña, su trayecto. Así lo cuenta Juanita Loyola Angulo:
'En esa época, Chabuca tenía tres valsecitos. Uno de ellos era "Mi ofrenda". Quería que los cantaran, pero no conocía el ambiente. Entonces María Isabel le dijo: "Yo te voy a llevar donde Victoria. Ahí van todos…
Chabuca no sabía cómo agradecerle a mi mamá. Y le hizo "La flor de la canela".
-¿Qué ocurrió después de esa noche en casa de José Moreno? ¿Chabuca fue y le cantó a doña Victoria?
-No. Fue una sorpresa que le dio el día de su santo. Chabuca estaba haciendo el valse desde hacía meses. En esa época ella trabajaba en la Antigua Botica Francesa. Era consejera de los productos de belleza Helena Rubinstein. Entonces, cuando mi hermana y yo pasábamos por el jirón de la Unión, nos convidaba el heladito. Servían los helados en una conchita. Era precioso cómo los servían. Chabuca nos llevaba después al baño para cantarnos lo que estaba componiendo. Los pedacitos que iba escribiendo de "La Flor de la Canela". El 21 de julio de 1950, día en que mi madre cumplía 48 años, le cantó el vals.
-Cuando Chabuca dice: "del puente a la Alameda, menudo pie la lleva", ¿se está refiriendo al Puente de Palo?
-Claro. Ella hablaba del Puente de Palo. Sin duda por eso dice: "ahora que aún se mece en un sueño el viejo puente, el río y la Alameda".
A Chabuca la recibí de manos de mi madre, que escuchaba sus valses. Chabuca Granda es, para mí, el sueño de Lima. Una lima que no conozco con los ojos sino con el corazón, la Lima de Ricardo Palma, el Perú de la Costa, la Sierra y la Selva, el galante Perú criollo con sedas virreinales, el dramático y rítmico Perú africano, el inconmovible Perú incásico que ilumina el Sol de Túpac.
Va para ella toda mi emoción.
Un fuerte abrazo
Jove
Fuente:
http://www.gcc.org.ar/htm/edito/bio/chabuca.htm
http://www.caretas.com.pe/1999/1557/chabuca/chabuca.htm
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