Azucena Maizani, conocida como la "Ñata Gaucha", nació en Buenos Aires, el 17 de Noviembre de 1902, hija de José Maizani y Margarita Capizzano. En 1907 su familia se radicó en la Isla Martín García, en el centro del Río de la Plata –entre Buenos Aires y Montevideo-, y en 1917, a sus 15 años, regresó a Buenos Aires donde, por la pobreza de su familia, comenzó a trabajar como modista y camisera para cooperar en el mantenimiento de su hogar.
Mientras tanto cantaba como aficionada.
Poseía una atractiva belleza morena y criolla de modo que, en 1920, en el cabaret Pigall, cuando se dirigió al importante director de orquesta Francisco Canaro pidiéndole cantar, éste la hizo ensayar y, sin saber su nombre, la presentó con su famosa orquesta como "Azabache", por lo renegrido de su cabello. Tal fue su debut como cancionista con "Mi rebenque plateao".
Por su belleza fue llamada para el rodaje de algunas películas mudas y poco después intervino como partiquina en las representaciones que la importante compañía teatral de César Ratti, que la presentó como tal en el sainete con cantables de Manuel Romero "El rey del cabaret", en el teatro Apolo.
Una amiga de esa compañía la invitó a una fiesta, donde conoció al notable pianista y compositor Enrique Delfino. Cuando éste la escuchó cantar, la convenció para que se dedicara a la música y la presentó al director del teatro Nacional. En 1923, en el sainete "A mí no me hablen de penas", Azucena Maizani interpretó el tango "Padre Nuestro", compuesto por Delfino y Vaccarezza, que, el día de su estreno, el público le hizo repetir cinco veces.
Con eso comenzó su carrera de éxitos. Contemporáneamente comenzaron sus presentaciones en Radio.
Fue así que en 1924 grabó su primer disco para el sello Odeón: "Padre nuestro" y "Yo tuve un cariñito".
Su figura impuso la imagen femenina de tango en el teatro de revistas y en la canción, siendo que hasta entonces el tango estaba reservado para los varones. Y la novedad fue que liberó a las voces femeninas del tango del estilo zarzuelesco que mantenían, para darle una connotación gardeliana aunque con características propias "dando más importancia al sentido de las palabras que al ritmo y con una fuerza que parecía incontenible"*. Tan fue así que a su voz fue confiado el estreno de muchos tangos que llegaron al éxito por su presencia, como "Esta noche me emborracho" y "Malevaje", de Enrique Santos Discepolo, en 1929, año que se presentó además, en Uruguay y Chile.
Puede decirse que, con Rosita Quiroga –cada una con un estilo distinto–, fueron las que marcaron el rumbo de las primeras cantantes femeninas de tango, si bien durante ese primer tiempo Azucena Maizani debía vestir de varón para sus presentaciones. Con ese atuendo se la puede ver en la primera película argentina sonora, "Tango", y le valió el rechazo de ciertos sectores, por la agresividad que ello representaba para la imagen de mujer de la época.
En 1928 –año en que filmó su primer película muda como protagonista, "La modelo de la calle Florida"– se casó con Juan Escarpino, con quien tuvo un hijo que falleció, no logrando ese matrimonio superar el drama. Disuelto, en 1929 se unió sentimental y artísticamente con el violinista Roberto Zerrillo.
Con él realizó presentaciones en el interior del país y, en 1931, emprendió su gira por España, donde se presentó en el teatro Alcázar de Madrid.
Luego de exitosas presentaciones en España y Portugal, regresó a Argentina en 1932. En ese momento encontró que su espacio artístico se hallaba cubierto por otras cantantes, como Libertad Lamarque, Tita Merello, Mercedes Simone y Ada Falcón.
Gran esfuerzo le costó recuperar su lugar, aunque contó con la amistad de algunas de sus competidoras. Fue Libertad Lamarque quien le otorgó el apelativo que la inmortalizaría: "Ñata Gaucha". Por fin logró su presentación en la película "Monte Criollo", que marcó nuevamente su consagración.
Sin embargo, en 1936 sufrió un nuevo revés, esta vez sentimental, cuando descubrió que su nueva pareja y representante artístico la había estafado, a consecuencia de lo cual, él se suicidó. El escándalo provocó que el público le diera por un tiempo la espalda, hasta que, al mes de eso, se conocieron todos los detalles del suceso y, en la presentación en una obra de teatro, la recibió una sala llena en su mayoría de mujeres solidarizadas con ella.
En 1938 efectuó una gira que comprendió los países del Pacífico, Cuba y Estados Unidos, donde, en Miami, bajo la dirección musical de Terig Tucci –el mismo que dirigió a Gardel, siendo que con éste Azucena cultivó una gran amistad–, filmó "Dí que me quieres".
En 1939, en Argentina, filmó "Nativa", volviendo al teatro y al canto, pero en 1940 comenzó su decadencia, sus presentaciones se fueron haciendo esporádicas, hasta su despido de la escena, el 19 de Noviembre de 1962, a la que asistió una multitud.
En 1966 sufrió una hemiplejía y falleció, casi olvidada, el 15 de enero de 1970.
Dejó varios tangos de su autoría, como el famosísimo "Nostalgia", "Pero yo se", "La canción de Buenos Aires". Algunos de ellos, compuestos para cantante femenina, fueron adaptados para ser cantados por un varón, suerte que ella nunca tuvo, ya que debió siempre interpretar las letras en masculino.
Tal vez no haya sido una cantante elaborada ni pueda de ella decirse que fue la mejor voz del tango. Pero fue innegable que, con sus temas que reflejaban los sentimientos de las mujeres humildes –los que ella conocía de su juventud– y un estilo por momentos tierno, por momentos acompadrado y desafiante, marcó el inicio y forma de ser de una faceta esencial al tango, luego transitada por tantas voces importantes: la que refleja la presencia de la mujer.
Y tal vez por eso sea que, cuando la escucho, un "calofrío", como ella dice en una letra, y una congoja se me planta en el pecho.
Un fuerte abrazo
Jove
Bibliografía:
http://www.todo-argentina.net/biografias/Personajes/azucena_maizani.htm
http://todotango.com/
*Tango Nuestro
, Edit. Agedit S.A. para Publitexto S.A. y El Día S.A., pág. 361.
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