PARA ENTONCES
Quiero morir cuando decline el día
en alta mar y con la cara al cielo
donde parezca un sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo
No escuchar en lós últimos instantes
ya con el cielo y con el mar a solas
más voces ni plegarias sollozantes
y el majestuoso tumbo de las olas
Morir cuando la luz triste retira
sus áureas redes de la onda verde
y ser como ese sol que lento expira
algo muy luminoso que se pierde...
Morir, y joven, antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona;
cuando la vida dice aún: soy tuya
¡Aunque sepamos bien que nos traiciona!
Manuel Gutiérrez Nájera