Suena el teléfono a las 4 de la mañana:
.- Hola.
.- Hola… la familia Silva?
.- No, a esta hora ronca.
.- Hola
.- Hola… está José María?
.- No, está María José.
.- Ah, perdone, marqué al revés.
.- Hola
.- Está Cholo?
.- No, echtoy con mi echpocha.
Manuel aparece con las dos orejas vendadas.
.- Que te pasó Manuel.
.- Estaba planchando una camisa, sonó el teléfono y atendí con la plancha.
.- Y en la otra oreja?
.- Ah, eso fue cuando llamé a la ambulancia.
El señor de la casa llama por teléfono y contesta la empleada:
.- ¿Ha llamado algún imbécil, María?
.- No, usted es el primero, señor.
.- Hola… ¿Está Armando?
.- No, todavía estoy en las instrucciones.
Suena el teléfono:
.- Hola… ¿Está Agustín?
.- No, estoy incomodón.
(De mi coorreo)
Lucho G.