El Amante
..El cielo se estaba llenando mucho, así que San Pedro expidió un Decreto:
'..Para entrar al cielo la persona debe haber tenido un día terrible cuando murió'.
..El decreto entró en vigor inmediatamente. ..Entonces, cuando llegó la 1ª persona, San Pedro le preguntó: ..- ¿Como estuvo todo, como moriste? ..- Ya hacía mucho tiempo que yo sospechaba que mi mujer me estaba engañando...
Entonces, decidí volver a mi casa más temprano y agarrarla in fraganti.
Al llegar a mi departamento, que queda en el 25º piso,
mi mujer estaba enrollada en una toalla,
muy nerviosa, y actuando en forma sospechosa.
Empecé a buscar por todos los rincones de la casa,
debajo de la cama, adentro del closet, etc. pero no encontré a nadie.
Ya me había arrepentido de buscar,
cuando miré hacia la terraza y vi al sinvergüenza colgando del barandal.
Como loco, cogí a la escoba y empecé a pegarle en las manos,
hasta que se soltó y cayó desde el 25º piso.
Pero por desgracia, cayó sobre un toldo que amortiguó el golpe y no se murió.
Me dió tanto coraje que agarré lo más pesado que había en la casa,
el refrigerador, y se lo arrojé encima.
Sólo que de tanta emoción me dió un infarto y morí.
- ¡Realmente tu día fue terrible!
dijo San Pedro: ¡Puedes entrar!
Cinco minutos después llegó el 2º candidato a la entrada del cielo.
Y San Pedro le preguntó:
- ¿Como estuvo todo, como moriste?
- Bueno, yo estaba haciendo mis ejercicios diarios en la terraza
de mi departamento que está en el 26º piso, cuando me resbalé y caí. Por buena suerte, pude agarrarme del barandal del departamento de abajo (piso 25º).
Ya casi me levantaba,
cuando apareció una mujer enrollada en una toalla y un loco empezó
a golpearme las manos con el palo de una escoba, entonces me caí.
Pero como un toldo amortiguó mi caída, no morí.
Y estaba intentando levantarme todo adolorido,
cuando el mismo loco aventó un refrigerador sobre mí. San Pedro empezó a reír y dijo: - Entiendo. ¡Puedes entrar!
Después de otros cinco minutos,
llegó el 3º candidato. Y como a los otros,
San Pedro le preguntó: - ¿Como estuvo todo, como moriste? Y el muchacho respondió medio atontado: - Oiga, usted no lo va a creer...
pero yo estaba desnudo adentro de un refrigerador,
y hasta ahorita no sé lo que pasó... |