NOCTURNO DE ARRABAL
Sobre barro y miseria duerme la noche
recostada en la cama del caserío,
mientras que una pareja le pone el broche,
en un cerco de lilas, sus amoríos.
Un farol movedizo marca de un coche,
con su vaivén continuo, su desvarío.
Esa luz en la sombras es un reproche
que reniega del barrio desierto y frío.
Hace un rato el gallego cerró el despacho
--¡ Es ya tiempo de irse!-- gritó enojado.
Y de modo grosero sacó al borracho
que se gastó en las copas lo que ha ganado.
Ladran lejos los perros, en la laguna,
sobre barro y misterio, salió la luna…
autor: Juan Manuel Olveira (El Viajero)
Buenos Aires, 2 de Mayo de 2009 .-