HOLA !!
¿Tu sabes lo hermosa que eres para Dios?
¿Puedes sentir lo suficiente su amor?
Nosotros a menudo nos perdemos de esto porque ponemos paredes entre nosotros y otras personas para protegernos de ser lastimad@s, para ocultar nuestros pecados y desperfectos secretos, y para mantenernos en nuestro ambiente normal antes de arriesgar salir a lo que es desconocido y desagradable.
Las paredes que sirven como fronteras para decir .. no al mal son buenas, pero las paredes que están construidas por temor bloquean el amor y nos encarcelan para justificar nuestros temores.
Cada decisión que tomamos que nos detiene de ser todo como Dios nos creó, es otro ladrillo añadido a nuestras paredes.
Cada ladrillo parece hacer sentido perfecto, pero así nos encerramos, amurallándonos y dejando a Dios fuera.
¿Vale la pena arriesgar todo por Dios? ¿Por amor?
¿Estamos dispuestos a llegar a no tener paredes para que podamos ser inundados totalmente por su amor ?
En Cantares de Cantares 2:8-14, nosotros llamamos a Dios nuestro "Amado" y él nos llama su "paloma".
Escucha a tu Amado diciéndote que dejes de esconderte.
Tú eres su amada, "mujer hermosa".
¡A pesar de lo fe@ que piensas que eres, él te ve hermos@!
Incluso si piensas que tu pelo es del color equivocado o eres demasiado alta o demasiado baja o demasiado gorda o esto o lo otro que es o no es suficiente de lo que te gustaría ser, Dios te ve como hermos@.
¿Qué piensas acerca de ti que es feo?
- ¿Cómo ves, tu personalidad, y tu pasado pecador?
- ¿Qué has estado ocultando "en las hendiduras de tus montañas"?
Tu Amado dice: "muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante".
Cuando Jesús murió en la cruz, él tomó con él todo lo que era feo de ti.
Llegó a ser feo por ti, llegando inclusive a ser irreconocible (ver Isaías 52:14).
Aun cuando te quejas con Dios, tu voz es dulce para él, porque aprecia tu conversación.
Aun cuando te sientes mal de ti misma, eres encantadora para él, porque El admira, su creación maravillosa.
Claro El se entristece por tus feos pecados, porque tus pecados te alejan de él; y él añora tu cercanía.
¡Y ah cómo se alegra cuando regresas a él por medio del arrepentimiento!
Pero siempre, siempre, siempre, te valora.
Pones un brillo en sus ojos.
¡Con una sonrisa inmensa que, dice a sus ángeles,
"Mira! ¡Hay está mi hermos@ palom@"!
¡Mira! ¡El viene a ti, saltando a través de tus montañas de problemas, brincando a través de las colinas de dificultades, corriendo hacia ti, porque EL te ama mucho!