Puedo vivir en mí...
Puedo vivir en mí desde la punta de mi pelo negro hasta el negro charol de mis zapatos. Puedo hundirme en mi ser. Puedo habitarme y abrirme y florecer hasta saciarme de mi conocimiento, de mi angustia, de mi tristeza errante. Puedo andar siempre sola hasta dejar mi sombra en cualquier parte. Puedo, si lo preciso, hasta dejar de amarte. Si he de pensar en ti para poder hallarme quiere decir que tres cuartos de vida se han muerto en ese instante.
D. Palacios
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