CUANDO SE VA LA ILUSIÓN
Llega un día, en que se nos va la ilusión,
y por diferentes circunstancias se puede perder la razón
el motivo… puede ser personal o diferente
pero, cuando aparece se apodera de nosotros la sinrazón.
Se intenta luchar, volver a resurgir de la pena
pero… cuando no hay motivación, no hay nada
que pueda cambiar el sentido de la orientación
que lentamente se va apagando, como las palabras.
Se puede llegar a pesar, a comparar y a examinar
la mente y ver el antes y el después
pero, aunque sea mejor el presente si no hay
ilusión, todo se muere de vez.
La ilusión es como un niño, con sonrisa inocente
que ni ella misma sabe porque va y viene.
Los humanos somos egoístas, por no saber valorar
que con solo poder ver el alba día tras día
por las mañanas, no tenemos derecho a llorar.
Porque la evidencia vive con nosotros a cada instante
y de tanto preocuparnos por nuestro yo,
dejamos escapar aquellas pequeñas cosas, tan simples;
con solo una sonrisa, podríamos ahuyentar nuestro dolor.
Autora:
Marisa Prunera
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