NOCTURNO.
-Divaguemos un rato.
La tristeza,
esta vaga tristeza que hace tiempo
inmotivadamente me acompaña,
se encuentra en mi aposento
y quisiera esta vez aprisonarla
en la emoción sincera de unos versos.
Asi, mientras aspiro este suavisimo
perfume de la rosas del florero
y el humo de cigarro en azulinas
espirales muy lentas sube al techo,
y la luz de la lámpara dibuja
capricosos dibujos en el suelo,
hablemos del pasado y del presente,
y algo tambien del porvenir incierto.
-Ya vez que no he cambiado,
soy el mismo muchacho que hace tiempo
compartía contigo el infortunio
de pasear su lirismo por el pueblo.
,Aquel que se extraviaba en el camino
por su manía de mirar al cielo,
Aquel enamorado, de los ojos de ensueño,
de su pálida novia, la mas bella
de las pálidas novias de ojos verdes.
-La mas bella de toda
y la que mas he amado en el silencio
de mis noches magnificas en astros
dormidos en la seda del misterio.
-Pero hablemos de ti, de tu cariño,
de ese primer cariño que te ha hecho
saber de las dulzuras de la gloria
y de las amarguras del infierno.
¿O ya no vive en ti ?
-Como se mueren todas las cosas
el también ha muerto
y en el largo minuto que una noche
nos ha tornado para siempre viejos.
-¡Cuantas cosa tendría que decirte
si hablaran los recuerdos
que en lenta carabana van pasando
por el camino gris del pensamiento!
autor: Manuel Portela