De todas las acciones audaces de Jesús en relación con su carrera terrenal, la más extraordinaria fue anunciada súbitamente en la tarde del 16 de enero: «Mañana seleccionaremos a diez mujeres para trabajar en el ministerio del reino».
Libro de Urantia. Pág.1876
Si ahora en pleno siglo XXI la mujer aún no tiene el mismo trato que el hombre y sigue siendo discriminada, por ejemplo algunas logran llegar a los puestos altos y haga el mismo trabajo que los hombres, sus sueldos son menores. La iglesia católica la sigue excluyendo, haciendo caso omiso a los deseos expresos de Jesús, manifiestos en la cita de hoy.
Jesús fue el primer Maestro que se atrevió a darle a la mujer la dignidad que se merece y si nos situamos en la época que lo hizo, nos daremos cuenta que en verdad esta fue una decisión totalmente revolucionaria, porque " Era una época y generación en que no correspondía que un hombre saludara en la plaza pública ni siquiera a su propia mujer. En cambio Jesús, se atrevió a llevar mujeres como instructoras del evangelio durante su tercera gira de Galilea. Tuvo la cabal valentía de hacerlo a la luz de las enseñanzas rabínicas, que declaran que «mejor sería quemar las palabras de la ley que entregárselas a las mujeres". En una sola generación Jesús supo rescatar a las mujeres del irrespetuoso olvido y de la monotonía esclavizante de todas las épocas anteriores. Y es una vergüenza de la religión que tuvo la presunción de tomar el nombre de Jesús que no haya tenido la valentía moral de seguir este noble ejemplo en su actitud subsiguiente hacia las mujeres.1671"
Antes de este gesto, ya había roto las tradiciones con otras acciones insólitas, como fue cuando decidió conversar con la mujer samaritana a sabiendas que además de la enemistad de los judíos y los samaritanos, ella era una mujer que vivía en pecado según el parecer de los hombres porque vivía con quien no era su marido, sin embargo no vaciló en pedirle que le diera de beber, porque "Jesús percibió que el alma de esta mujer intentaba evitar un contacto directo e investigador con su Hacedor, pero también vio en su alma el deseo de conocer el mejor camino de la vida. Después de todo, había en el corazón de Nalda una verdadera sed de agua viva; por eso la trató con paciencia, diciéndole: «Mujer, déjame que te diga que pronto vendrá el día en el cual no adoraréis al Padre ni en este monte ni en Jerusalén. Pero ahora, vosotros adoráis lo que no conocéis, una mezcla de religiones de muchos dioses paganos y filosofías gentiles. Los judíos por lo menos conocen a quien adoran. Han eliminado toda confusión concentrando su adoración en un solo Dios, Yahvé. Pero debes creerme cuando te digo que la hora está por venir, que ya está aquí y todos los que adoren sinceramente, adorarán al Padre en el espíritu y en la verdad, porque estos son los creyentes que el Padre busca. Dios es espíritu, y los que lo adoran, deben adorarlo en espíritu y en verdad. Tu salvación nace, no de conocer cómo deberían adorar otros, o dónde, sino de recibir en tu corazón esa agua viva que aun en este momento te ofrezco.1614"
" Pero Nalda persistía en evitar la difícil cuestión personal de su vida sobre la tierra y del estado de su alma ante Dios. Una vez más, recurrió a preguntas de religión en general, diciendo: «Sí, yo sé, Señor, que Juan ha predicado sobre el advenimiento del que será llamado el Libertador y que cuando venga, nos declarará todas las cosas...» y Jesús, interrumpiéndola, dijo con sorprendente seguridad: «Yo que te estoy hablando, soy él». Fue ésta la primera declaración directa, positiva y clara de su naturaleza divina y filiación que hiciera Jesús sobre la tierra; y esta declaración fue hecha a una mujer, a una mujer samaritana, a una mujer de reputación dudosa ante los ojos de los hombres hasta este momento, pero una mujer en quien los ojos divinos vieron a una persona contra cuya integridad habían otros pecado más de lo que ella hubiera pecado por su propio deseo, un alma humana que ahora deseaba la salvación, la deseaba sinceramente y de todo corazón, y eso bastó.1614"
Este respeto y amor por el alma femenina, también lo manifestó Jesús en diversas ocasiones, como por ejemplo siendo amigo de Marta y María, las hermanas de Lázaro con quienes mantenía largas conversaciones. Cuando salió en defensa de la mujer adúltera para que no fuese apedreada y como olvidar que su primer "milagro" obedeció a la mujer que El más amó, como fue su madre...y su primera aparición después de su resureeción también fue a un grupo de mujeres que habían ido hasta el sepulcro...
" La posición de la mujer en Palestina mucho mejoró por las enseñanzas de Jesús; así habría sucedido en todo el mundo, si sus seguidores no se hubiesen alejado tanto de lo que él tan esmeradamente les había enseñado.1840" y si las mujeres nos hubiésemos hecho cargo de la dignidad que El nos ha conferido, porque si somos honradas, tenemos que reconocer que hemos sido las madres de todas las generaciones, quienes hemos permitido que los hombres sigan siendo machistas, porque de una manera inconsciente así los hemos enseñado.
Es hora que nos hagamos cargo de lo que Jesús espera de todas y cada una de las mujeres del siglo XXI no se trata de enarbolar la bandera del feminismo, porque éste es tanto o más perjudicial que el machismo, pues " los derechos de la mujer no son de ninguna manera los derechos del hombre. La mujer no puede florecer con los derechos del hombre, ni puede el hombre prosperar con los derechos de la mujer. Cada sexo tiene su esfera de existencia propia y distinta, juntamente con sus propios derechos dentro de esa esfera.938
No luchemos por nuestra femineidad ante los hombres, más bien seamos nosotras cada día más MUJER, porque en la medida que cultivemos nuestros propios rasgos y sentimientos, seremos capaces de ser portadoras de la confianza y del amor que Jesús nos prodigó de una manera tan especial.
yolanda silva solano
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