Cada paso que des, debe ser dado de buena voluntad, cooperación inteligente y alegre.
Libro de Urantia. Pág.381
¡Qué diferente son estas condiciones en pos de nuestra evolución, a lo que nos obligan la gran mayoría de las religiones! Lo que se nos pide, es algo totalmente al alcance personal y conforme a nuestra motivación espiritual, porque "Aquellos que han recibido y reconocido la presencia de Dios han nacido del Espíritu. «Sois el templo de Dios, y el espíritu de Dios mora en vosotros.381 pero ésto no es suficiente, porque "el Espíritu nunca obliga, sólo guía. Si eres un aprendiz voluntarioso, si quieres lograr niveles espirituales y alcanzar las alturas divinas, si sinceramente deseas alcanzar el objetivo eterno, entonces el Espíritu divino te guiará suave y amorosamente por el camino de la filiación y el progreso espiritual. La dominación del Espíritu no está matizada jamás por la coerción ni comprometida por la obligación. 381
Libremente hemos recibido la salvación y libremente tenemos que decidir si deseamos o no aceptar este divino ofrecimiento, pues "siempre fue y por siempre será: los hombres deben tomar su propia decisión. Existe cierta gama de libertad de selección que los mortales pueden ejercer. Las fuerzas del mundo espiritual no obligan al hombre; le permiten tomar el camino de su elección.1802" Los libros sagrados, los maestros espirituales nos pueden mostrar la Verdad, pero somos nosotros quienes en forma totalmente individual, tenemos que aprender a reconocerla y como nos sugería Jesús "reflexionad bien sobre mis palabras en vuestro corazón, hasta que cada uno encuentre el verdadero significado.1876 para "no cometer nuevamente el error de escuchar mis enseñanzas con la mente, mientras vuestro corazón no comprende el significado.2052" y desgraciadamente si el mundo está como lo vemos, es porque los que nos decimos cristianos, nos hemos quedado con las reglas, los ritos estáticos y se nos ha olvidado lo principal que es el hacer nuestra la enseñanza y saber aplicarla en nuestra vida diaria y con nuestros hermanos.
Hemos buscado a Dios en los templos, hemos tratado de poner nuestra mente en blanco o de orar en una posición física diferente, pero hemos olvidado que el verdadero templo donde en verdad Dios mora, es en nuestro corazón, porque allí no está un día o a una hora determinada, sino que está siempre junto a nosotros, aguardando que le abramos la puerta para poder entrar y guiar suavemente nuestros pasos, como un padre lo hace con un hijo pequeño que comienza a caminar...
Nuestro mundo convulsionado por la agresión, por el booling en los colegios, por la violencia en los estadios, no necesita de creyentes pasivos o temerosos, ni tampoco de críticos de la violencia, necesita de hijos de Dios que seamos capaces de irradiar aún sin palabra alguna, a ese Dios que mora en nuestro corazón y que puede entregar la verdadera paz y el amor que el mundo necesita. Lo que nos hace falta es tomar conciencia de lo que en verdad podríamos SER y HACER si nos sintiéramos hijos de Dios y nos comportáramos como tales, porque "cuando esa vida de guía espiritual sea aceptada inteligentemente y sin reservas, se desarrolla gradualmente en la mente humana una conciencia positiva de contacto divino y seguridad de comunión espiritual, tarde o temprano el Espíritu atestigua que eres una criatura de Dios y la conciencia de la dominación del espíritu en una vida humana, exhibe finalmente manifestaciones cada vez mayores en las reacciones vitales de tales mortales guiados por el espíritu, «porque los frutos del espíritu son el amor, la alegría, la paz, la resignación, la dulzura, la bondad, la fe, la humildad, y la templanza.381
Como podemos ver lo que se nos pide no es nada extraordinario, sin embargo cada uno de estos frutos del espíritu encierra un tremendo poder de sanación para nuestro planeta, porque cuando la religión deja de ser algo ajeno a la vida cotidiana " la espiritualidad se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía a Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes. La espiritualidad eleva la habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y la bondad en los valores. El crecimiento espiritual es en primer lugar, el despertar a las necesidades, luego el discernimiento de los significados y finalmente el descubrimiento de los valores. La prueba de verdadero desarrollo espiritual consiste en la exhibición de una personalidad humana motivada por el amor, activada por el ministerio altruista y dominada por la adoración sincera de los ideales de perfección de la divinidad. Y toda esta experiencia constituye la realidad de la religión, en contraste con las solas creencias teológicas.1096"
Dejemos de espantarnos o atemorizarnos ante el aparente mal que reina en estos momentos y a proveamos al mundo de los frutos del espíritu y confiemos en nuestro Padre y en nosotros mismos porque siempre ¡el Amor es más Fuerte!
yolanda silva solano